Ley Micaela

Fue promulgada el 10 de enero de 2019. Establece la capacitación obligatoria en género y violencia de género para todas las personas que se desempeñan en la función pública, en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación. Se llama así en conmemoración de Micaela García, una joven entrerriana de 21 años, militante del Movimiento Evita, que fue víctima de femicidio en manos de Sebastián Wagner.

Como autoridad de aplicación de la Ley 27.499, nos proponemos lograr su plena implementación a través de procesos de formación integral, los cuales aporten a la adquisición de herramientas que permitan identificar las desigualdades de género y elaborar estrategias para su erradicación.

Buscamos transmitir herramientas y (de) construir sentidos comunes, que cuestionen la desigualdad y la discriminación, y transformen las prácticas concretas de cada cosa que hacemos, cada trámite, cada intervención, cada proyecto de ley y, en definitiva, cada una de las políticas públicas. Se trata de una oportunidad para jerarquizar la formación y ponerla al servicio del diseño de políticas públicas con perspectiva de género en clave transversal, es decir, en todo el Estado.

Estamos trabajando en articulación con todos los organismos alcanzados por la ley en coordinar contenidos, metodología y procedimientos de evaluación y seguimiento del impacto de su implementación en cada ministerio y dependencia del Estado argentino.

Desde el Programa de Prevención de Adicciones y Violencias se llevaron a cabo capacitaciones en el marco del convenio firmado entre la Secretaria de Deportes de la provincia, Federación de Fútbol Santiagueña y la Defensoría del Pueblo de la Provincia.

Se brindarán las jornadas de capacitación a todas las ligas de fútbol de la provincia que firmaron el acta acuerdo en el marco del convenio.

La Ley Micaela Deporte tiene como objetivo implementar estrategias para la erradicación de la violencia de género y la desigualdad histórica de acceso a derechos entre varones, mujeres y personas LGBTI+ en el contexto deportivo. Trabajar en la construcción de un deporte más justo.

El deporte como hecho social y cultural es un instrumento privilegiado de formación integral de las personas, de desarrollo y transformación para nuestras sociedades.

El desafío está en incorporar la perspectiva de género en cada una de las estructuras del deporte, continuar potenciando todo lo bueno y transformar aquello que requiera ser cambiado en pos de construir un mundo mejor.